Los nuevos comienzos definitivamente cuestan, la
incertidumbre me asecha, las inseguridades también, no pienso negar lo
innegable, no voy a negar que aquí dejo personas que definitivamente se han
ganado un gran hueco en mi corazón, no voy a negar que aquí he aprendido
muchísimo, tanto de lo bueno como de lo malo, no voy a negar que he llorado,
que lo he pasado mal, pero tampoco voy a negar que he pasado momentos
maravillosos y que he sido muy feliz. Duele, obviamente duele, cuando estaba
hundida, cuando no me quería, cuando no me aceptaba, aparecieron personas que
quizá indirectamente me hicieron ver que las cosas no eran así y me escucharon
y que a día de hoy me siguen apoyando, esas personas siempre van a tener un
lugar en mi vida, y separarme de ellas cuesta mucho, cuesta mucho dejar siete
años de tu vida atrás, es difícil, da miedo, asusta, pero también sé que este
cambio puede traer cosas buenas, estoy segura, la vida me ha hecho caerme unas
cuantas veces ya y sé que voy a caerme infinidad de veces más, eso no es
problema para mí, porque con cada caída me hecho más fuerte y he aprendido a
ser feliz, he aprendido a quererme, he aprendido que la vida es una y no hemos
de lamentarnos. Va a ser difícil, lo sé,
todo lo bueno que he ganado y aprendido aquí lo guardaré en los mejores
cofres que existen, el corazón y la mente, tal cual pirata con su tesoro
encontrado y seguiré caminando y seguiré luchando, me encuentre donde me
encuentre, porque la vida a pesar de todo es maravillosa y está hecha para
aprender, superar las pruebas pero sobre
todo para ser felices y hacer felices a los demás.