viernes, 17 de agosto de 2012

Bajo el agua.


     Bajo el agua no tengo que pensar,
sólo respirar y todos mis problemas olvidar,
bajo el agua siento inmensa tranquilidad,
y gran compenetración con el mar.
Quedarme así,
conteniendo la respiración,
mientras mi cuerpo flota sin rumbo,
es una gran sensación.
Sentir que sólo estamos allí,
el mundo y yo,
yo y el mundo,
y nadie más.
Es gran paz.
Sentir que sólo he de respirar,
sin preocuparme de nada más.
Sentir rozar mi piel con pequeñas corrientes,
y los rayos de sol calientes.
Y saber que al sacar mi cabeza,
eso se va a acabar.
¡Ay! Como me gustaría poder respirar
bajo el mar.

                                                                               

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